Luciano Wernicke: «Latinoamérica está a la vanguardia en literatura deportiva»

Luciano Wernicke es un periodista y escritor argentino. Más reconocido por sus libros que por su labor en los medios, es autor de varios textos sobre historias insólitas del fútbol y, por eso, voz autorizada para hablar sobre literatura, puntualmente de la deportiva.

En su infancia, este argentino, que se considera una «persona afortunada que tiene su familia y sus hijos y que trabaja en lo que más le gusta, que es investigar sobre el deporte que lo apasiona», iba a la plaza pública «a jugar con la pelota» y leía libros e historietas.

Su gusto por la escritura «desde pequeño en la escuela primaria» lo llevó a interesarse, «cuando estaba por terminar la secundaria» en el periodismo deportivo, donde podría reunir su «pasión por el fútbol y las letras». Por dicha razón, estudió la licenciatura en periodismo deportivo. Sin embargo, dice, el destino lo llevó a otras cosas que no tenían que ver con los deportes para, posteriormente, comenzar a interesarse «en una manera diferente de comunicar historias relacionadas con el fútbol y el deporte en general».

«Siempre me gustaron los datos insólitos en general, las cosas extrañas, conocer el porqué de las cosas. Recuerdo que en mi casa se compraba El Clarín, con un suplemento de deportes los lunes que publicaba en la contratapa tres o cuatro curiosidades sobre la fecha de fútbol y me llamaban mucho la atención esas cosas», cuenta Luciano.

«Ya más grande, en la facultad, me gustó investigar más sobre la historia de fútbol y así comencé hasta que llegó el primer libro y decidí dedicarme a trabajar como escritor profesional», prosigue.

Nace el Luciano escritor

Su primer trabajo literaro se produjo luego de que reuniera varios escritos de su columna y los ofreciera, en forma de libro, a una editorial de Buenos Aires que le compró la idea: «Me propusieron que hablara con algún ilustrador, conversé con Roberto Fontanarrosa y él me acompañó en mi primer libro».

Su primer gran éxito lierario, sin embargo, llegó en 2010, cuando publicó el libro de historias insólitas del Mundial que ese mismo año se disputó en Sudafrica. Ese libro, dice, «fue betseller en varios países como Colombia, Argentina, México y Uruguay» y ese éxito le permitio «continuar el vínculo con la editorial e ir dejando, paulatinamente, otras actividades», como la docencia, a la que se dedicó durante casi veinte años, y el mismo periodismo.

Luciano, quien escribe sus «historias con el formato de los cuentos: introducción, desarrollo y conclusión» y tiene «más de 200 libros sobre la historia del fútbol» en su biblioteca, asegura que el proceso de redacción de sus libros «ha variado con los años» y que gracias a «una base de datos importante» que ha ido armando con esos libros, «conseguidos por distintos medios», actualmente sus textos tienen «un contenido más nuevo y universal».

«Trato de que la historia tenga un remate para sorprender o divertir al lector. El fútbol a sol y sombre, de Eduardo Galeano, me impulsó un poco a trabajar con este estilo y fue un disparador, pero me he adaptado a otras estructuras, por ejemplo he escrito dos biografías», narra. Una de esas biografías es la de James Rodríguez.

«Siempre disfruto de los libros. Los que menos me gustan son las autobiografías, pero eso depende mucho del personaje que uno pueda abordar. En mi casa por ejemplo tengo libros de la historias de clubes de Colombia como Millonarios y Nacional. Hay mucha variedad, pero yo prefiero los libros basados en historia y no tanto depronto la ficción», agrega Luciano.

Sobre la literatura futbolera en América Latina asegura que «está creciendo muchísimo» y que está zona del planeta «en ese sentido, está a la vanguardia», pues según dice «hay pocas regiones que tienen variedad, calidad y cantidad de libros sobre fútbol», como Inglaterra. Sin embargo, para él, desde hace unos años este tipo de literatura «ha crecido bastante en Argentina, Colombia, México, Perú y Chile», a diferencia del resto Europa y es por eso que varios de sus libros han sido traducidos en países como Italia, Francia, Alemania, República Checa y las naciones nórdicas.

De todos sus libros, el que más lo marcó fue «Historias insólitas de los Mundiales de Fútbol», publicado por la Editorial Planeta para Latinoamerica, debido a que fue su primer gran éxito y le abrió las puertas a poderse dedicar, de manera exclusiva, a escribir. «Probablemente al público le gustan más otros títulos», afirma, pero a ese le tiene un cariño especial porque fue al primero al que se dedicó «muy profesionalmente».

Respecto a lo que fue su faceta como docente, la califica como «muy divertida» y «un momento muy importante» de su vida, pues le ayudó a dormarse como profesional «gracias al ida y vuelta que se tiene con los alumnos», misma razón por la que cada tanto extraña volver a las clases.

Consejos desde la experiencia

Sobre sus consejos para quienes sueñan con vivir de la literatura, aunque asegura que «es muy difícil empezar de cero siendo escritor, porque a veces las editoriales prefieren apostar a un éxito seguro y no arriesgarse», también sabe que en la actualidad «hay ciertas posibilidades muy beneficiosas para el escritor, como las redes sociales, los ebooks y los blogs».

Además, como su experiencia le permite afirmar que «el trabajo de los libros es complicado en el sentido comercial, porque se cobra según cómo se venda», aconseja que «hay que estar en constante movimiento» y «mientras se escribe un libro se tiene que estar pensando en tres más», tal y como hace él, quien para este año «tenía la salida de varios libros con la Copa América y los Olímpicos», proyectos que debió aplazar para el año que viene.

’90 minutos de libertad’: relatos de una goleada a la desesperanza

Por Santiago Valencia Giraldo

’90 minutos de Libertad’ es un libro del periodista colombiano Ricardo Henao Calderón, quien acumula 35 años de carrera entre medios radiales y televisivos, publicado por la Editorial Planeta en agosto de 2016, solo cerca de un mes antes de que el gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc firmarán, en Cartagena, el acuerdo de paz que puso fin a un enfrentamiento armado que se desarrolló durante más de 50 años. 

En él, el ya mencionado periodista deja en evidencia, haciendo uso de relatos testimoniales, cómo fue la relación o cercanía de cinco ex secuestrados por las Farc: Luis Arturo Arcia, Luis Mendieta, Jorge Trujillo, Alan Jara y Óscar Tulio Lizcano -cada uno de ellos con un capítulo aparte dentro del libro- con el fútbol durante su época de cautiverio en las selvas del país y la importancia que este cobró para ellos en medio de la privación de su libertad.

El prólogo, escrito por Hernán Peláez, da un buen presagio del libro y es muy acorde a la temática que el mismo aborda, pues, entre otras cosas, le da desde el comienzo un lugar muy importante a la radio y, como no podía ser de otra forma, al fútbol. Además, Peláez, dejando en evidencia su experiencia en el periodismo, recurre a símiles muy interesantes para que el lector comprenda, de mejor manera, de qué tratará el libro y cómo el autor abordará la narración de cada uno de los cinco capítulos.

Posteriormente, la introducción comienza a subir las emociones del lector y a captar su atención con una anécdota que resulta familiarizante con el fútbol al incluir lo que es, de alguna manera, el relato de un «grito de gol». Lo anterior, eso sí, sin dejar a un lado el otro tema del libro: el secuestro, por demás también -aunque negativo- emotivo, lo que se convierte finalmente en una muy buena mezcla y/o complemento de dos sentimientos, aunque esto pueda percibirse como algo paradójico, totalmente contrariados.

La emotividad, presente como ya mencioné desde el prólogo, continúa a partir del primer capítulo de la obra, desde el título del mismo: ‘Santa Fe, la pasión de Arcia‘, hasta su desarrollo, pues durante él, el autor acude a varias frases que despiertan en el lector sentimientos que lo llevan incluso a hacer una pausa para reflexionar y, porqué no, de algún modo, vivir más de cerca lo que en su momento pasaron los secuestrados, generando una especial afinidad con el ex secuestrado Luis Arturo Arcia. «(…) Secuestraron su cuerpo, pero no su pasión«, es un ejemplo de esas frases a las que hago alusión.

Y aunque durante breves momentos de este capítulo perdí un poco la concentración en la vivencia de lo relatado, debido a algunos términos utilizados por el autor (paroxismo, por ejemplo), que a mi parecer resultan complicados de comprender para un lector, digamos promedio, que podría interesarse fácilmente en el libro, también hay que ser conciente de que quien lee debe darse a la tarea de consultar los significados de los conceptos que le resulten desconocidos, para comprender más lo narrado y así, sumado a ello, se pueda cumplir de alguna forma con uno de los objetivos de la lectura: aumentar el léxico del lector.

De allí hasta el final del libro, incluído el epílogo a cargo del periodista Herbin Hoyos Medina -líder del programa radial ‘Las Voces del Secuestro’-, el detalle, la descripción basada en los testimonios y las emociones y/o los sentimientos siguen jugando un factor clave para hacer ameno casi cada uno de los relatos dentro de los cuales es muy común encontrarse con frases cargadas de un significado aún más especial que el de otras.

Por lo anterior, es que frases como «civilizaron un sitio que parecía hecho para animales» y el hecho, narrado, de que en la selva «el fútbol hizo el milagro de cambiar la dialéctica de la hoz y el martillo por discusiones sobre un penalty (…)», permiten comprender y vivir más de cerca lo que experimentó cada uno de los ex secuestrados y cómo el fútbol -junto con la radio- se convirtió para ellos en una vía de escape a su infortunio, hasta el punto de llegar, incluso, a aprender «a ver fútbol por radio«.

A lo largo del libro solo hubo un momento donde se perdió, a mi parecer, la tan notoria carga emotiva que contiene el texto y por esto creo que quizás los capítulos pudieron haberse organizado de una mejor manera. No obstante, algo que vale la pena resaltar, es que, aunque de alguna manera van relacionados, los capítulos podrían vivirse, fácilmente, en un orden a juicio del lector y el mensaje seguirá siendo el mismo.

«El fútbol no es cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso», reza una popular frase del ex técnico inglés Bill Shankly, quien dirigiera con creces al Liverpool, por allá en la década de los sesenta. Y aunque en algunos pasajes del libro el fútbol puede ser visto, de alguna manera y por encima, como un mero entretenimiento para quienes protagonizan la obra (los ex secuestrados), yendo un poco más allá y, retiero, gracias a las descripciones del autor, no resulta muy complicado valorar lo que significaron en su momento, en las selvas colombianas, un gol, conocer el nombre de un jugador, una camiseta y un escudo, un color y mucho más todavía, un radio, cosas para muchos -incluidos en ocasiones los futboleros-, tan sencillas, pues todo eso permitió a los ex secuestrados gozar, en reiteradas ocasiones y en medio de dolosas condiciones, de ’90 minutos de libertad’.

Puntuación: ⭐⭐⭐⭐☆ (4/5).

Día Internacional contra la Homofobia en el fútbol: ¿Por qué se celebra?

El 19 de febrero de cada año se celebra el Día Internacional contra la Homofobia en el Fútbol. Esta fecha coincide con el día de nacimiento de Justin Fashanu, el primer futbolista de élite en reconocer públicamente su homosexualidad, habiéndolo hecho en 1990.

Justin, ex futbolista británico de origen nigeriano, debutó como delantero en el Norwich City en 1978. Luego de estar varias temporadas destacándose en dicho club, pasó al Nottingham Forest, que pagó un millón de libras por él, convirtiéndolo en el jugador negro más caro del momento.

Aunque como jugador destacaba, los constantes rumores sobre su homosexualidad molestaban a algunos de sus entrenadores y fue por ello que pasó por diversos equipos ingleses, como el Southampton, Manchester City, West Ham e Ipswich Town, sin lograr asentarse en ningún de ellos, más por lo que se hablaba de su homosexualidad, que por sus condiciones en el fútbol, porque las tenía.

Cansado de los rumores que perjudicaban su normal desempeño como jugador, en 1990 y siendo jugador del Leyton Orient londinense, Justin, quien alcanzó a disputar 11 partidos con la Selección Sub-21 y ganó el premio al mejor gol del año en 1980, reconoció su homosexualidad en una entrevista con el Diario ‘The Sun’, que tituló dicha nota como «Estrella futbolística de un millón de libras: SOY GAY”.

A partir de allí, el rechazo en diferentes clubes fue aún mayor y, aunque se probó por ejemplo en el Newcastle, el técnico del club en ese entonces, el argentino Osvaldo Ardiles, se negó a incorporarlo.

Ocho años después de reconocer su homosexualidad -en 1998- y ya prácticamente retirado de la actividad profesional, un joven de 17 años lo acusó de violación y, sin condena de la justicia, la prensa tomó el hecho como verídico, lo que llevó a que Justin decidiera suicidarse el 2 de mayo de ese año -1998- en Londres, aunque se hubiera constatado que la mencionada acusación era falsa.

«Me he dado cuenta de que ya he sido condenado como culpable. No quiero ser más una vergüenza para mis amigos y familia (…) espero que el Jesús que amo me dé la bienvenida y finalmente encuentre la paz”, escribió en su nota de despedida Justin, quien se ahorcó y fue encontrado muerto en un garage abandonado de Shoreditchquien, Londres.

‘Los locos del loco’, un culto a la imagen de Marcelo Bielsa

Marcelo Bielsa es quizás uno de los técnicos que más emociones genera en el mundo del fútbol. Bien sea por sus tácticas e ideas y su actuar dentro de las canchas, o por los conceptos que emite fuera de ellas, ‘El loco’, como popularmente se le conoce, ha conseguido impactar a gran parte del público futbolero y no futbolero del planeta.

Esa fue una de las razones que llevó a Andrea D’Emilio, periodista deportiva de TEA y Deportea, a escribir un libro sobre Bielsa, quien lleva casi tres décadas dedicado a la dirección técnica -debutó al frente de Newells Old Boys en 1990- y quien antes tuvo una breve carrera como jugador, llegando a defender las camisetas de la ‘Lepra’, Atlético Córdoba y Atlético Argentino.

«Creo que él -Bielsa- trasciende su profesión y es un personaje atractivo, incluso para quienes no son futboleros. Además considero que es el único entrenador que tiene hinchada propia y que esos hinchas lo admiran por lo que transmiten sus equipos, por los valores éticos que él transmite y porque es una persona totalmente disruptiva desde lo discursivo», argumenta Andrea, autora del libro y también graduada de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, antes de aseverar que «Bielsa no habla solo de fútbol y eso lo hace diferente».

Sobre el libro, estrenado el pasado martes en el Pasaje Café de La Plata (Buenos Aires), asegura que «recopila historias de vida, de personas que lo admiran -a Bielsa- y que tienen o tuvieron alguna conexión con él», pues conociendo que muchas personas lo comenzaron a seguir desde que dio sus primeros pasos como técnico y que incluso lo tienen tatuado en su piel, «el objetivo fue contar quiénes son esos/as que hacen de la imagen de Bielsa un culto».

«Seguramente lo disfrutarán -el libro- mucho más los futboleros o las futboleras, pero no quedan excluidos quienes no lo son por esto que mencionaba anteriormente, porque Bielsa no sólo le interesa a los futboleros o a las futboleras. Ante todo es un trabajo periodístico», afirma la periodista, ganadora en los Premios Estímulo en el rubro Tarea Periodística en prensa escrita, por su labor en el portal CentroFóbal, con el que cubrió el Mundial de Rusia 2018 y en el que escribe actualmente.

«Encontrar los momentos» precisos para sentarse a redactar fue, para Andrea D’Emilio, quien también se desempeña como docente, lo más difícil del proceso que derivó en el libro ‘Los locos del loco’. Sin embargo, para ella «la clave está en ponerse a prueba y explotar al máximo nuestros momentos». Del otro lado, lo más satisfactorio fue, según dice, «aprender más sobre otros temas que no necesariamente están ligados al fútbol», como «el fanatismo y cuestiones culturales en otros países».

En pocas palabras, como dice en la contratapa del libro que puede adquirirse a través del portal ‘Libro Fútbol,’ «en ‘Los locos del loco’ Andrea D’Emilio cuenta historias de hinchas que hacen de Bielsa un culto, que ponderan el estilo ofensivo y que están convencidos que a lo loco se vive mejor», siendo este un texto que responderá preguntas como ¿por qué algunos madrugan un fin de semana a ver los partidos de un equipo de segunda división? y ¿por qué en un mundo exitista un director técnico que no gana títulos tiene hinchada propia?

*’Los locos del loco’ también puede adquirirse en Madrid a través del portal ‘Librería Deportiva‘ y en México por medio del portal ‘Futbología’

«Nombrar a Messi me salvó la vida»

Lio

Santiago López Menéndez, ingeniero argentino que estuvo secuestrado durante tres días en Nigeria, contó luego de su liberación en declaraciones al diario El Clarín de su país, que nombrar al delantero del F.C. Barcelona, Lionel Messi, le salvó la vida.

Mientras Santiago se recuperaba en la embajada de Argentina en Nigeria, contó cómo mencionar a Lionel Messi le salvó su vida. Sus captores, casi no hablaban inglés, idioma en el que, según contó, intentó explicarles que él era de Sudamerica, pero sus secuestradores entendieron que era norteamericano, por lo que se pusieron violentos.

«¡Messi, Messi!», gritó Santiago, hincha de River Plate, futbolero e ingeniero de profesión, para hacerse entender. Y lo logró, pues según dijo, así consiguió que sus captores fueran menos agresivos. Tras tres días de cautiverio, Santiago fue liberado luego de que la empresa en la que trabaja hace un año pagara su rescate, y actualmente se encuentra en la embajada de Argentina en Nigeria en compañía de su hermano, Jorge López, quien también es ingeniero agrónomo y trabaja en Sierra Leona.

Nettie Honeyball, la pionera del fútbol femenino

Nettie Honeyball.

Es poco se conoce de la biografía de Nettie Honeyball. Sin embargo, su legado al fútbol fue muy especial, pues fue pionera del fútbol femenino. De ella, se dice, sin certeza total, que nació 1871 en Inglaterra, más precisamente en Londres.

Lo más conocido de Nettie, es su legado al fútbol femenino, del cual es pionera. En 1984, esta mujer, por aquel entonces joven, puso un anuncio en la prensa con el que buscaba chicas que se unieran a ella para formar un equipo de fútbol, algo que no era muy bien visto por la sociedad.

Su llamado, fue acogido por 30 mujeres y así comenzó a tomar forma el British Ladies Football Club. Honeyball, no se quedó allí y convenció a J.W. William, un jugador del Tottenham, para que fuera el entrenador de aquellas mujeres que habían acudido al llamado. Los entrenamientos, los realizaban dos veces a la semana en un parque público de la ciudad.

En febrero de 1895, Nettie Honeyball fue entrevistada por un diario británico, al cual explicó el motivo y las razones por las cuales se había decidido a fundar un club de fútbol femenino. El objetivo, según contó en dicha entrevista, era «probarle al mundo que las mujeres no son esas criaturas ‘ornamentales e inútiles’ que los hombres pintan».

Ya con jugadoras y entrenador, únicamente restaba conseguir alguien que ocupara la presidencia. Y como no podía ser de otra forma, ese cargo lo asumió una mujer: Lady Florence Dixie, periodista y una de las feministas más destacadas de la época.

Tras el primer partido, disputado el 23 de marzo de 1895, en Crouch End, Londres, las críticas no se hicieron esperar. Luego de que las chicas se dividieran en dos equipos, uno rojo en representación del norte de la ciudad y otro azul que representaba al sur de Londres, un corresponsal del Manchester Guardian escribió sobre sus uniformes que «llamaron mucho la atención», y añadió: «cuando la novedad pase, no creo que el fútbol femenino atraiga a las masas».

Aquella y otras crónicas, mostraban tras el partido sus inclinaciones machistas. El reportero del Daily Sketch, por ejemplo, narraba: «Los primeros minutos fueron suficientes para demostrar que el fútbol femenino está fuera de toda discusión. Un futbolista requiere velocidad, juicio, habilidad y agallas. Ninguna de estas cuatro cualidades se vieron este sábado (día del partido). La mayor parte del tiempo, las señoras vagaron sin rumbo por el terreno de juego en un trote sin gracia.»

Por otra parte, el Jarrow Express, aseveró más las críticas al escribir: «Las miembros del British Ladies Football Club han jugado su primer partido en público. Esperamos que sea el último», y agregar: «siempre hay curiosidad por ver a mujeres hacer cosas impropias de su sexo, y no es sorprendente que varios miles de personas fueran a ver el partido, aunque muy pocas de ellas querrían tener a sus hermanas o hijas exhibiéndose en el terreno de juego».

Pese a todo, las críticas tras el partido, que acabó con marcador de 7-1 en favor de las chicas del norte de Londres y que fue un éxito al lograr que más de 10.000 personas lo vieran en directo, no detuvieron a las integrantes del British Ladies Football Club, quienes volvieron a jugar el 6 de abril en Brighton, esta vez además con la intensión de recaudar fondos con motivos benéficos. Ese día, volvieron a ganar (8-3) las chicas del norte y se recaudaron 100 libras para la beneficiencia.

Pocos días más tarde, las mismas chicas volvieron a jugar, esta vez en una cancha profesional: la del Reading F.C. Una vez más ganaron las del norte (1-0). Los juegos, continuaron en Bristol (ganó el sur 5-2), New Brompton, Walsall, Newcastle, donde reunieron 8.000 espectadores, South Shelds, Darlington y Jesmond. Para este último partido, únicamente acudieron 400 personas. Tras él, la gira de once partidos de las British Ladies se acabó y las jugadoras volvieron a sus vidas de antes.

En 1902, la FA prohibió el fútbol femenino con el argumento de que era un deporte demasiado rudo, y las mujeres debieron esperar hasta 1971, para que finalmente el máximo organismo del fútbol inglés, y el pionero en el mundo, legalizara el fútbol femenino.