Santiago Henao, un arquero con liderazgo en el BabyFútbol

Santiago Henao Zuluaga es un pequeño en el que se evidencia el liderazgo. Basta verlo un par de minutos en cancha, bajo los tres palos, para entender que es una característica innata en él.

Siendo arquero de la academia Futuro Antioquia, cumplió su sueño de pequeño: jugar en la Marte N°1. «Estar en la babyfutbol es mi sueño desde pequeño, quise sacar el partido adelante animando a los compañeros, pero al final se va con derrota (3-0 vs. La Nubia); no todo es ganar y siempre el apoyo para el equipo», afirma Santiago.

Esta característica de líder, dice, se la debe en gran parte a quienes ha tenido como entrenadores. «Los profesores y toda mi familia siempre me han inculcado el compañerismo y alentar al otro para no dejarlo caer», relata.

Sobre lo que fue el haber jugado en la Marte 1, este pequeño golero, que juega desde los cuatro años, afirma que «es una locura» y, luego de reiterar que era su sueño desde más chico, asegura que jugar en la BabyFútbol, «es mucho mejor» de lo que se lo esperaba.

En Futuro Antioquia, Santiago, quien tiene como ídolo al arquero argentino Franco Armani, lleva dos años. «Estuve en los semilleros del Bucaramanga y después, por temas familiares, me vine a vivir a Medellín y comencé en Futuro Antioquia», cuenta.

Mientras, sobre la razón que lo llevó a ponerse los guantes, explica que todo es gracias a qué «es bacano vivir esa adrenalina que se siente en el arco» e invita a los que sueñan, como él lo hizo alguna vez, con jugar en la Marte, a «que se esfuercen» porque llegar a la Fase Final del torneo es «muy bueno».

Las hermanas Teherán Sierra disfrutan el Babyfútbol con Inder Sampués

Las hermana Teherán Sierra comparten algo más que sus apellidos, pues tanto Nataly como Saray hacen parte del equipo Inder Sampués de Sucre en el BabyFútbol.

El gusto de ambas hermanas por el balompié, nació también gracias a un tema en común: los jugadores colombianos y la Selección Colombia, pero Saray va un poco más allá y agrega que, al menos de su parte, el gusto por el balón también se debe al hecho de «poder hacer goles y quedar campeonas».

Con el BabyFútbol, además de disfrutar de una de sus pasiones, Nataly y Saray pudieron conocer la ciudad de Medellin, a dónde llegaron luego de un viaje de 11 horas, y mientras la primera expresa que «la ciudad es muy linda y la cancha espectacular», la segunda dice estar «muy contenta de haber conocido la cancha» y la ciudad porque, entre otras cosas, le gustan mucho las montañas.

Durante el viaje, relata Saray con el dorsal 11 en su camiseta,  hicieron tres paradas para comer y disfrutaron de comida en el bus, donde además aprovecharon para darse un sueño.

«Nuestros papás nos dicen que juguemos muy bien y como yo juego de central, me dicen que patee lduro», explica Nataly, quien lleva en su espalda el número 11 y quién, según dice, tiene algunas dificultades en el colegio con matemáticas y castellano, aunque cumple con ganar el año.

Finalmente, mientras Saray, tímida como su hermana, sí asegura ser un poco mejor en castellano y desea seguir adelante sin tropezar,  Nataly sueña con «seguir jugando y ganar todos los partidos», aunque en su primer juego en el BabyFútbol su equipo haya caído (3-0) ante el IMRD de Chia.

Andrés Restrepo, un futbolista con talentos musicales

Por Santiago Valencia Giraldo

Andrés Felipe Restrepo Rojas es uno de los niños que representa a Inder Medellín en la Pony Fútbol. Para él, estar en la Cancha Marte Nº1 «es una experiencia muy bonita, un sueño hecho realidad», razón por la que, dice, se siente «privilegiado».

«Eran muchos niños, iban eligiendo los 18, con estadísticas y todo eso», cuenta Andrés, con cierta timidez, sobre cómo fue el proceso para llegar a la Marte Nº1, donde su equipo, Inder Medellín, ya hizo historia al clasificarse, por primera vez, a los cuartos de final del torneo de chicos para grandes.

Sin embargo, el fútbol no es lo único que llena los tiempos libres de Andrés Felipe, pues este niño, que juega de volante, también tiene afinidad con la música. «Toco la guitarra y la flauta», dice, contando a la vez que dichos instrumentos los aprendió a tocar en el Instituo Colombo-venezolano, su colegio.

«En el colegio me enseñan, entonces un aprecia y aprende eso», agrega este chico, hincha de Nacional, que en la Marte lleva el dorsal ’11’ del equipo, y que reconoce que, entre los dos instrumentos que sabe tocar, le «gusta más la guitarra», con la cual lleva un año aprendiendo a tocar canciones como ‘Yo me Llamo Cumbia’

Andrés, quien tiene «la electrónica» como su música favorita, reconoce y tiene claro que, más allá de jugar fútbol, «es importante también culturizarse», y aunque sueña «con ser jugador profesional» y tiene «como referente a James Rodríguez», dice que si no se le da lo de ser futbolista, espera «ser músico o arquitecto», mientras sus padres, según dice, solo le aconsejan «que aproveche las dos oportunidades y espere que todo se valla dando».

Andrés Chaverra, el técnico del Pony Fútbol que llena a sus niños de alegría

Andrés Mauricio Chaverra es el director técnico del equipo masculino de Inder Medellín en la Pony Fútbol, equipo que recientemente se clasificó a los octavos de final del torneo de chicos para grandes, luego de derrotar al Deportivo Cali, equipo de tradición.

«Estamos muy contentos, muy animados. Un partido que veníamos preparando durante toda la semana. Sabíamos que ellos tienen un potencial físico muy grande, gracias a Dios lo que planteamos en el tablero y lo que trabajamos lo aplicamos muy bien hecho», expresó Andrés al término del juego ante el equipo ‘azucarero’, el pasado jueves.

Sin embargo, Andrés Mauricio es un técnico que trabaja más allá de las charlas técnicas y los resultados, y busca siempre transmitir alegría a sus pequeños dirigidos y llenarlos de este sentimiento antes de saltar al terreno juego.

«Hay que llenarlos de alegría, no los podemos poner nervioso. Ellos, con su alegría, saben que tienen la manera de ganar y eso es lo que tratamos de transmitir en cada entrenamiento y cada una de las charlas técnicas, para que lo apliquen allá y se vea el resultado», asegura.

Así mismo, Andrés cuenta que «el proceso de Inder Medellín ha sido un poco difícil porque elegimos los mejores niños que tenemos en las Escuelas Populares en cada una de las comunas. De ahí hacemos una selección, los traemos a este escenario, hacemos un equipo con el que participamos en los Juegos Ciudad Medellín y ese equipo lo traemos acá al Festival de Festivales».

El equipo que esta participando durante este mes en la Pony, ya se conoce, pues hizo presencia en los En Juegos Ciudad de Medellín, donde, cuenta Andrés, «quedamos campeones en la categoría que estábamos».

Sobre la preparación para afrontar el torneo en la Marte Nº1, asegura que fue difícil pues el equipo había «perdido muchos partidos preparatorios, los de diciembre tenían a los niños desanimados». Sin embargo, en dos juegos el equipo obtuvo dos victorias y ya se instaló, por primer vez en la historia, en octavos de final, a falta de un partido en la fase de grupos.

Dicho juego de Inder Medellín, será el próximo domingo ante Inder Sucre. «Tenemos que preparar el partido del domingo, pensar en terminar bien esta primera ronda, ojalá con triunfo, y darle juego a los niños que le faltan minutos», concluye sobre el juego que se disputará a partir de las 10:50 a.m. Andrés, un técnico que llena de alegría a sus niños.

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Barcelona y Real Madrid, los sueños de Juan José y Alejandro

Por Santiago Valencia Giraldo

Juan José Espinal y Alejandro Jaramillo son compañeros de equipo en la Pony Fútbol. Llevan casi el mismo tiempo -3 o 4 años- integrando la escuela del barrio de la ciudad de Medellín y, aunque han compartido muchos entrenamientos y partidos, sueñan igual, pero a la vez muy distinto.

Mientras Juan José, capitan del equipo y quien luce el dorsal número ’10’, espera «jugar en el Barcelona» algún día, Alejandro también quiere llegar al fútbol de España, pero para vestir la camiseta del Real Madrid, algo que, dice, ha sido su sueño «desde pequeño» y que aumentó cuando vio a James vestido con la camiseta del equipo blanco.

«Sueño con jugar en el Barcelona, tengo a como referente a Iniesta, me gusta mucho como juega y su capacidad para resolver las jugadas», expresa Juan José. Mientras, su compañero Alejandro, lateral número ‘4’ de Juan Pablo II en la Pony, tiene como meta «Llegar al Real Madrid» y «a Marcelo» como su ejemplo a seguir, pues para él el brasilero «es muy táctico, piensa muy bien las jugadas y sube al ataque».

Aunque tienen sueños parecidos y distintos al mismo tiempo, Juan José y Alejandro coinciden en dos. Ambos, cuando no están entrenando o jugando algún partido, disfrutan jugando Play Station y tanto el ’10’ como el ‘4’ de Juan Pablo II reconocen que «el nivel competitivo (en la Pony Fútbol) es muy alto y muy duro», pues, explica Alejandro, «se encuentran muchos rivales muy buenos».

Además, estos dos chicos también coinciden en el mensaje que envían a los niños que, como ellos, sueñan con llegar a la Marte N°1 y jugar como profesional. La invitación de Juan José es a «que luchen todo lo que puedan» y la de Alejandro «que nunca se rindan, que hagan todo bien y se entrenen bien».

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Michelle Dayana Linares, la delantera que evita goles en la Pony Fútbol

Por Santiago Valencia Giraldo

Michelle Dayana Linares Valero es, en la Pony Fútbol, la arquera del equipo Séptima Etapa de Villavicencio, que integra el grupo C junto a Dos Quebradas de Risaralda, El Bagre y Atlético Nacional. Su historia es curiosa como pocas, pues aunque en la Marte se ubica debajo de los tres palos, su posición habitual es la de delantera.

Dayana suele estar buscando anotar goles, pero en la Pony le corresponde evitarlos. «Yo no soy arquera, soy delantera. La portera del equipo tuvo una operación y no pudo venir, entonces me tocó a mí», dice, argumentando que, más allá de que ha «tapado en campeonatos que sacan por ahí», tomó la decisión de ponerse los guantes en la Pony Fútbol «por el equipo».

«Tengo cualidades. Los profesores dicen que tengo cualidades como ninguna portera: como saco, como pateo; ellos me tienen confianza», continúa Michelle, asegurando también que esa confianza fue otro de los motivos que la llevaron a decir «voy a tapar y a demostrar».

«No había tapado en campeonatos importantes. Al principio sentía nervios», dice, resaltando de nuevo que la confianza que se tuvo fue fundamental para pararse debajo de los palos en la Marte Nº1. «Las compañera me tuvieron confianza», agrega esta niña, que juega fútbol desde hace cinco años y es la encargada de cobrar los tiros libres en el equipo de Villavicencio.

Sin dejar a un lado la autocrítica, Michelle es cociente de que, aunque cometió errores durante en el partido del debut de su equipo, en el que cayeron tres por dos (3-2) ante Dos Quebradas Risaralda, «la portería es muy difícil» debido a que «critican mucho», algo que, dice, está dispuesta a aguantar. 

Aunque en la Pony, por cuestiones de la vida y el destino, le tocó ponerse los guantes y defender el arco de su equipo, Michelle Dayana es delantera y admira a la estadounidense Alex Morgan, quien «es muy calidosa y muy tranquila a la vez», además de que «sabe manejar sus cualidades y aceptar sus errores», características que también saca a relucir esta niña cuando pisa el terreno de juego.

Sobre el viaje de Villavicencio a Medellín para afrontar la Pony Fútbol, dice que «fue muy largo» y que ni ella ni sus compañeras de equipo podían dormir, lo que las llevo a pasar el arribo a la capital antioqueña «cantando, bailando, jugando y molestando ahí», mientras el bus recorría los más de 530 kilómetros que separan a Medellín de la ciudad llanera.

Finalmente, Michelle es contundente a la hora de enviar un mensaje a las niñas que, como ella, sueñan con jugar al fútbol y ser profesionales, por lo que las invita a «que luchen por sus sueños y no se dejen caer por las críticas», asegurando que, pese a que «en el fútbol femenino hay muchas humillaciones, más adelante sus sueños se pueden hacer realidad».

Nicolás Herazo viajó desde Cartagena para reforzar al Envigado en la Pony Fútbol

Por Santiago Valencia Giraldo

Nicolás Gabriel Herazo Álvarez está viviendo el sueño de todo niño futbolero en Colombia: pisar la cancha Marte Nº1 para jugar la Pony Fútbol, torneo que, sin ser su propósito principal, se ha convertido en semillero de grandes futbolistas como James Rodríguez, Falcao García, David Ospina, entre otros.

Sin embargo, el camino para este chico no ha sido fácil. Él, buscando cumplir el sueño de jugar la Pony, abandonó su ciudad natal, Cartagena, y llegó al departamento de Antioquia, donde se probó con el Envigado F.C., equipo que por su talento lo seleccionó y con el que cumplió su meta de jugar en la Marte Nº1 de Medellín.

«Yo vine desde Cartagena a presentarme al club, los profesores me vieron y vieron que yo sí tengo talento. Fue muy duro al principio, pero ahora estamos bien radicados. Con Envigado llevo ya casi tres años», comenta Herazo, quien se desempeña como delantero y luce el dorsal ‘9’ del equipo naranja.

«Es una inmensa alegría pertencer al Envigado», agrega. Luego de haber cumplido el sueño de pisar el gramado de la Marte Nº1, espera «quedar de goleador y también campeón con el equipo». Para ello, Nicolás comenzó por pie derecho, pues marcó uno de los goles con los que su equipo logró la victoria en el debut ante el equipo Lago de Sogamoso.

«Los profesores nos enseñan a nosotros definición y todo lo que se necesita para ser buen jugador a futuro», concluye este atacante que, orgulloso por vestir la camiseta del equipo naranja de Antioquia, no duda en afirmar que «el Pony Fútbol es un inmenso torneo».

Isabella heredó de su padre el gusto por el arco

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Isabella Saldarriaga, hija del ex arquero del Atlético Nacional Andrés Saldarriaga, heredó de su padre el gusto por defender la portería y, curiosamente, la vida le dio la oportunidad de estar, por segundo año consecutivo, bajo el arco del equipo ‘verdolaga’ en la Pony Fútbol.

Comparando su experiencia del año anterior con que la está viviendo actualmente en la Pony, Isabella comenta que «siempre se nota una mejoría en el equipo» y agrega que «Nacional tiene algo más que le hace poder estar todas las ponys en la marte»

«Hace más de 7 u 8 años que puedo estar aquí desempeñándome como arquera, por mi papá también por que él jugó fútbol profesional», comenta sobre sus inicios en la portería la pequeña Isabella, titular del equipo en la victoria 5-2 ante Gudalupe.

«Es una muy bonita experiencia ser portera, porque a parte de ser una posición muy difícil, se viven momentos muy bonitos», continúa Isabella, nacida el 28 de agosto de 2004. «Hay veces en los partidos importantes en los que uno puede llegar a salvar un torneo o una final, y eso se lo agradecerían mucho,, porque no todo el mundo puede ser arquero», prosigue.

Por otra parte, para Isabella, lo más difícil de desempeñarse como arquera «es estar nerviosa en los partidos y no hacer las cosas como uno sabe», pues asegura que «usted puede saber mucho, pero por los nervios se le puede ir todo».

Vistiendo la camiseta del Atlético Nacional, equipo en el que jugó su padre entre 2003 y 2007, Isabella siente «mucha alegría» y se declara «muy orgullosa de poder estar aquí y de que hallan tenido la confianza de ponerme a jugar»

Sin embargo, reconoce igualmente que jugar en el equipo verde de Antioquia «siempre ha sido más duro, más exigente», pero tiene claro que eso «sigue siendo fútbol y (que) llegar a la marte y jugar la Pony es lo que muchos niños quieren», por lo que, dice ella, tiene que «hacer bien» las cosas.

A sus 13 años, Isabella sueña con «poder llegar al fútbol profesional, si se puede empezar nacionalmente», para después «si Dios quiere, seguir internacionalmente» y es consciente de que eso es lo que muchos de la Pony Fútbol, tanto masculina como femenina, sueñan.

Sobre la realización de la liga femenina en Colombia comenta, con una sonrisa algo tímida, que «eso le abre muchas puertas a todas y a que muchas niñas puedan llegar a ser profesionales». Además, sabiendo que será su última participación en la Pony», admite que el otro paso que desea dar en su carrera es lograr que la «llamen a Selección Antioquia».

Para terminar, Isabella dejó un mensaje a los niñas y las niñas que, al igual que ella, sueñan con ser profesionales: «Hay que seguir los sueños, si usted lo quiere hacer, lo logra. Si usted es capaz de venir y enfrentarse a lo que es el fútbol, puede lograr lo que sea», afirma.

María José Urrutia vive su segunda experiencia en el Pony Fútbol

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En su segunda experiencia en la Ponyfútbol, María José Urrutia Palomeque, arquera del Atlético Nacional, tiene la misión de liderar, bajo los tres palos, el equipo ‘verdolaga’ que este año participa en el torneo de chicos y chicas para grandes.

«Me siento muy tranquila y segura porque ya conozco la cancha. Ya he estado en ella, le doy tranquilidad al equipo y ayudo a que las jugadoras se sientan tranquilas», afirma María José, quien prometió a sus compañeras que el arco quedaría en cero, y hasta el momento, tras dos partidos jugados, les está cumpliendo: 2-0 vs. Secretaría de Deportes de Barranquilla y 2-0 vs. Panorámico de Pasto.

María, quien tiene a Armani como su «arquero favorito», expresa que el técnico del equipo, Diego Alejandro Bedoya Arroyave, «siempre» les da «ánimo, fuerza y esa es la motivación» para afrontar cada uno de los partidos.

Con dos Pony Fútbol jugadas, la pequeña de 13 años recién cumplidos, que encuentra siempre en su familia un apoyo que la motiva a «que siga adelante», invita a las chicas como ella a que «si tienen un sueño, que luchen por él y que nunca se rindan».

Alejandro Chalarca sueña con debutar en el Real Madrid

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Las responsabilidades de llevar el dorsal ’10’ y ser el capitán del equipo de Los Andes que participa en el Ponyfútbol 2017, no le pesan a Alejandro Chalarca Jiménez, jugador nacido el 4 de mayo de 2005, que anotó los tres goles con los que su equipo derrotó 3-2 a Inder Medellín.

«Es una impresión hacer tres goles en un partido, pero gracias a Dios pude sacar al equipo adelante», expresó, al término del partido, el jugador, quien tiene claro que «con un empate o ganando el próximo partido ante los Almedros de Yopal, que es un rival muy fuerte» el equipo andino estará asegurado en los octavos de final.

Alejandro, que al igual que el resto de sus compañeros llegó a la Marte Nº1 con el pelo teñido de mono, empezó a entrenar con el profesor Hernán Mosalve a los cuatro años. «Siempre he estado con él y siempre me ha apoyado», afirma y agradece a su técnico por darle la cinta que lo identifica como capitán del equipo y permitirle estar en la final de la Pony.

Chalarca, asegura que dentro de la cancha es una persona «buena, humilde y que respeta a los demás. Para él, «ser capitán es un trabajo muy duro, pues cuando el equipo está abajo hay que motivarlo para que todos sigan haciendo un papel importante».

Sus actuaciones no pasan desapercibidas, e incluso desde el zonal que disputó el equipo andino en Támesis deslumbró con su fútbol, a tal punto que el Envigado se fijó en él. «Lo que viene es que voy para el Envigado. El profesor de ese equipo me vio, me dijo que tengo mucha técnica y que soy un muy buen jugador, entonces contactó a mi papá y el año que viene juego Pony con ellos», relata.

Alejandro, quien quiere «debutar con el Real Madrid cuando esté por ahí de 17 años, invita a los niños como él a que «cuando estén abajo la den toda y cuando estén arriba, que la sigan dando, porque esto es un juego muy impresionante».