Un gigante caído

Real Madrid

Por: Sebastián Arango.

Es lo que tiene comenzar a construir una casa por el techo: tarde o temprano se caerá. La puedes remendar, pero esto solo pospondrá su irremediable caída. Lo mismo sucede con un equipo de fútbol si es dirigido por un empresario: podrá sacarte de la quiebra financiera, pero no podrá remediar la sequía futbolística.

Con 820 millones de euros gastados en fichajes y un balance neto de -435 millones, el Real Madrid del segundo mandato de Florentino Pérez solo ha ganado 7 títulos en 7 temporadas. A cambio, ha salido de una segura quiebra y se ha convertido, según Forbes, en la institución deportiva con mayor valor en el mercado, cifra que supera año a año.

Las giras de verano a Norteamérica y China están bien para engordar la chequera, pero con las estadísticas a la mano una pregunta queda en el aire: ¿es buena la planificación en pretemporada? Hasta 104 partidos de baja tiene la plantilla merengue en la temporada 2015/16. Cifra que aumentará con toda seguridad en el último tercio de competición.

Salió Benítez, quien nunca supo que estaba en el club más exigente del mundo, y entró Zidane, con su elegancia e idolatría a reflotar la nave. Al parecer el problema no era de un comandante que la supiera manejar, sino de unos  marines que no saben hacer su trabajo. Es sintomático que casi la mitad de jugadores estén en tela de juicio por su paupérrimo rendimiento a lo largo de la temporada. Solo unos cuantos se salvan de la quema general.

Si en agosto el objetivo era un futurible triplete, en marzo la lucha es por el tercer puesto en La Liga. Eliminados por el penoso caso Cherysev en Copa del Rey, la Champions se muestra como única salvación a una pésima temporada blanca. Estando el Barcelona y el Bayern Munich como están, se ve más como una quimera que como una realidad.

¿Y James? Ha pasado de ser ovacionado, de olvidar que costó 80 millones de euros (¡!), de ser de los pocos jugadores con dobles dígitos en goles y asistencias, de ser titular indiscutible a ser discutido en toda tertulia futbolera, a ser la primera opción de cambio, a ser silbado por su propia hinchada y hasta de estar en la cuerda floja. O reacciona o reacciona. O como diría mi padre, “espabile, hermano.”

Somos Futboleros

Administrador de Somos Futboleros, la voz del periodismo joven.

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