Construcción desde las victorias

armani

Por Juan Camilo Álvarez Serrano

Anoche comenzaron las celebraciones de los 70 años de Atlético Nacional. Muchos invitados de época y emotividad en el partido donde un zapatazo de Andrés Ibargüen decretó una nueva victoria en la Liga. La octava de manera consecutiva que no se lograba desde los años 70’s, cuando el campeonato duraba todo el año.

Si bien y como ya lo he escrito en esta humilde columna de opinión, Nacional no es el equipo alegre y brillante del 2016. Se construye desde las victorias locales. Lo de anoche fue un llamado de atención para el equipo, no se puede concentrar en el resultado y si en el cómo se juega. Independientemente del rival, el equipo ‘verdolaga’ por momentos se notó confundido, sin ideas, muy parecido a lo que le hemos visto en la Copa. Junior supo leer ese libreto y le faltaron instantes para llevarse un empate a la ‘arenosa’.

Es ahí donde Nacional no se puede relajar, el técnico lo sabe, es consciente que no se juega bien y hace todo para remediarlo. Sin la nutrida nómina que tocó el cielo continental. Hay que entender que este tipo de cambios toman tiempo y que un proceso tan exitoso en cualquier equipo del Mundo va a costar. El técnico justifica su trabajo, pero quizás la cuestión no sea de intérpretes sino del libreto que se pone en el escenario. Ya no hay tanto desequilibro por las bandas, la presión del contrario ayuda a no tener tanto vértigo y eso son algunos detalles del porqué no hay esa alegría y fluidez con la que se ganaban los partidos anteriormente.

Siempre es mejor ganar, por más que no se juegue bonito. Hay que mermar esa histeria con la que están conviviendo los hinchas y la cual transfieren al campo de juego. Tampoco quiero que la gente trague entero y sea conformista, algo que ayudó a edificar este gran equipo como Nacional fueron las grandes conquistas.

Queda un partido para que llegue el gran duelo contra Estudiantes. Si bien Once Caldas es un equipo de los más irregulares del torneo, no hay que confiarse. Ese es el error más común en Nacional, pasen los años que pasen. Subvalorar a un equipo que no tiene nada que perder es tan peligroso como temerle al rival más fuerte.

Y sí, mi cabeza ya sentenció una eliminación dolorosa de la Copa Libertadores desde aquel 0-1 en el estadio Ciudad de la Plata. Pero el corazón agarra la calculadora; suma, resta, divide, hace ecuaciones y se ve en un paso ‘milagroso’ a octavos de final. A ese mismo motor de mi cuerpo le recomiendo que prenda unas cuantas velas para que los muchachos entiendan el valor de un buen juego que lo saben hacer muy bien, pero que el bache ya pasó y todo tiene que mejorar.

De los 70 años, un poco más de dos décadas las he vivido con este equipo. Ahora viajamos en clase ejecutiva, después de ir mucho tiempo en escalera o a pie. Mi llamado es a la sensatez, a que se debe construir desde la tolerancia, bajarle a la histeria, apoyar a los muchachos que tienen sus primeras oportunidades en el fútbol. OJO! Sin ser casa de beneficencia, pero valorando el buen momento que se vive en el torneo local, el cual te da el paso para volver por una nueva revancha en el continente.

Somos Futboleros

Administrador de Somos Futboleros, la voz del periodismo joven.

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